El día es más sereno y más solemne cuando llega la tarde.
Y hay un orden en Otoño y un lustre en su horizonte que el estío prohibe alojo
humano hasta hacernos creer que es imposible.
Así pues, deja que tu fuerza- talla naturaleza, cuando joven.- provea a mi existencia
venidera de sosiego, a mí que te venero con cuantas formas te contienen,
a mí, hermoso Espíritu, a quien diste el temor de sí mismo
y amor al ser humano.
Y hay un orden en Otoño y un lustre en su horizonte que el estío prohibe alojo
humano hasta hacernos creer que es imposible.
Así pues, deja que tu fuerza- talla naturaleza, cuando joven.- provea a mi existencia
venidera de sosiego, a mí que te venero con cuantas formas te contienen,
a mí, hermoso Espíritu, a quien diste el temor de sí mismo
y amor al ser humano.
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