Beth Dandrich fue a tomar el té a casa de Rebecca, aunque a las siete menos diez de la tarde ya estaban con una o dos copas, dejando la tetera y las pastas a un lado de la mesa. Era compañera de Rebecca y enfermera también, igual que ella, se llevaban muy bien.
- ¿Por qué no llamas a alguno de tus amigos, Beck?
- ¿Para qué cuide conmigo de Delilah? Ni hablar.- Rebecca dio un trago a su copa, estaban escuchando una película subtitulada en francés, a las dos les gustaba ese acento aunque ninguna entendía nada.
- Si te dan la custodia, claro.
- Por supuesto.
- No creo que tengas problemas, ¿sabes? - Beth quería mucho a Rebecca. Beth estaba casada pero su marido no podía tener niños y no tenían dinero para adoptar. Si Rebecca conseguía a Delilah, ésta sería como una sobrina o algo más.
- ¿Te la imaginas correteando por aquí?- Rebecca miró hacia la puerta.- Nunca quise tener niños, pero... no sé, esto no lo tenía planeado.
Beck se echó otra copa mientras pensaba en la vida de Rebecca, en que esa niña tendría una madre y una casa. Una madre.
- Qué raro me sigue pareciendo lo de su madre, ir a morir cuando iba a recoger a su hija...¿no, Rebecca?
- Sí.- dijo ésta.- Es raro.
- ¿Por qué siempre te quedas callada? Pensé que reaccionarías de otra forma ante la muerte de esa mujer.- Beck conocía a Rebecca y sabía que ésta habría hablado mucho y a todas horas sobre la muerte de la madre de Delilah. Porque a Rebecca le gustaba hacer conjeturas, hipótesis, etc y no aceptarlo como quien acepta que hoy va a llover.
- No sé qué quieres que haga, Beth.- la cortó.- ¿Quieres ver las preguntas de la entrevista de los de Servicios Sociales? Tienen cada una que...
- ¿Por qué no llamas a alguno de tus amigos, Beck?
- ¿Para qué cuide conmigo de Delilah? Ni hablar.- Rebecca dio un trago a su copa, estaban escuchando una película subtitulada en francés, a las dos les gustaba ese acento aunque ninguna entendía nada.
- Si te dan la custodia, claro.
- Por supuesto.
- No creo que tengas problemas, ¿sabes? - Beth quería mucho a Rebecca. Beth estaba casada pero su marido no podía tener niños y no tenían dinero para adoptar. Si Rebecca conseguía a Delilah, ésta sería como una sobrina o algo más.
- ¿Te la imaginas correteando por aquí?- Rebecca miró hacia la puerta.- Nunca quise tener niños, pero... no sé, esto no lo tenía planeado.
Beck se echó otra copa mientras pensaba en la vida de Rebecca, en que esa niña tendría una madre y una casa. Una madre.
- Qué raro me sigue pareciendo lo de su madre, ir a morir cuando iba a recoger a su hija...¿no, Rebecca?
- Sí.- dijo ésta.- Es raro.
- ¿Por qué siempre te quedas callada? Pensé que reaccionarías de otra forma ante la muerte de esa mujer.- Beck conocía a Rebecca y sabía que ésta habría hablado mucho y a todas horas sobre la muerte de la madre de Delilah. Porque a Rebecca le gustaba hacer conjeturas, hipótesis, etc y no aceptarlo como quien acepta que hoy va a llover.
- No sé qué quieres que haga, Beth.- la cortó.- ¿Quieres ver las preguntas de la entrevista de los de Servicios Sociales? Tienen cada una que...
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