Sobre los tatuajes



"Lo más profundo es la piel"
Paul Valéry

Esta entrada la voy a escribir acerca de los tatuajes, con mi tercero recién hecho. Leí en un blog en el que no encuentro el enlace que un tatuaje es una herida que, bien curada, siempre va a estar ahí, como una marca de guerra.
Dejando de lado que hay que estar seguro de que el tatuaje es para toda la vida, que hay que pensárselo mucho antes de hacerlo y que sobre todo, tiene que ser decisión personal; los significados de los tatuajes varían de una persona a otra.
Los hay que se los hacen por estética o por moda, por amor (aunque los nombres se los acaben tapando o borrando) o por cambios en la vida o cosas que quieres cambiar. Mis tatuajes los considero amuletos o cosas que quiero recordar siempre, ya que la piel no la vas a perder nunca.
Aún a día de hoy ir tatuado puede ser un impedimento hasta para encontrar un puesto de trabajo. Porque las opiniones de la gente a las que no le gustan siempre están de más, al menos en mi caso.

Retrocediendo miles de años, se encontró una momia con piel tatuada por 57 tatuajes que data del siglo II a.c., así que de moda entre rockeros y jóvenes nada de nada.
La palabra viene del samoano "tatáu" que significa "marcar o golpear dos veces", aunque los marineros lo terminaron traduciendo por tatouage. 
Las técnicas más antiguas y utilizadas hoy en día son la polinesia (que puede derivar en tribales) cuyos habitantes utilizaban los tatuajes para pelear o para imponer respeto.




La japonesa, muy extendida actualmente por su simpleza de caracteres y su colorido. Los japoneses tenían por costumbre tatuarse buena parte de sus cuerpos, hasta que lo prohibieron en 1842 porque querían que el país se extendiera internacionalmente y no querían dar mala imagen.



Old School o tatuaje americano. Muy popular en los años 50 en Estados Unidos, se caracteriza por sus colores fuertes y la ausencia de volumen o formas. En 1846 se abre el primer estudio de tatuajes en Nueva York.



Pero también hay algunas religiones, como el judaísmo, que prohíben entre sus fieles hacerse un tatuaje, porque consideran que Dios hizo el cuerpo perfecto y no se debe modificar. 
Como el llevar más o menos dibujos en la piel, más grandes o pequeños, visibles o no, depende de la opinión y del gusto de cada persona, me declaro admiradora de este mundo. Tanto para llevarlos o verlos, saber que ese dibujo, va a estar contigo siempre y que, aunque sólo sea a tí, te va a contar una historia y un motivo por el que llevarlo, ya vale la pena.  


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