Rosie fue un icono publicitario que apareció en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su función era representar a las mujeres, las cuales empezaron a trabajar en fábricas armamentísticas una vez sus maridos se fueron a la guerra. Al acabar esta, muchas continuaron trabajando, lo que supuso un paso más en la independencia económica de las mujeres.
Aunque esté pintado, Rosie fue real. En realidad fue Geraldine Doyle. Le tomaron fotos durante su trabajo en una fábrica metalúrgica, y en esas mismas fotos se basaron para hacer el cartel. Lo curioso es que ella no se enteró de que habían publicado su imagen en el famoso cartel hasta 1982.
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