Boardwalk Empire es una serie producida por Martin Scorsese ambientada entre Atlantic City (New Jersey), New York y Chicago durante la Ley Seca de los años 20. Está basada en el libro de Nelson Johnson, Boardwalk Empire: The Birth, High Times, and Corruption of Atlantic City
Me la recomendó un compañero de clase para olvidarme del final de la tercera temporada de Downton Abbey, raro donde los haya. La verdad es que esta serie me ha sorprendido.
El protagonista, Nucky Thompson (Steve Buscemi) es el político más influyente de Atlantic City, y controla casi todas las bebidas alcohólicas que llegan de contrabando a la ciudad. Junto con sus hermanos, Jimmy, recién llegado de la guerra y que marcha a Chicago poco después, y Eli, el sheriff de la ciudad, intentan que ningún negocio se les escape de las manos, manteniendo a raya a los fabricantes caseros de alcohol y a sus enemigos.
No todo son intrigas políticas y gansters, Nucky tiene en su vida a Margaret (Kelly McDonald), una joven viuda con dos hijos que se convierte en su debilidad y que forma parte de la liga contra el alcohol.
El episodio piloto (un único episodio que se emite por televisión para comprobar si la serie funcionará o no) costó 18 millones de dólares y lo dirigió Martin Scorsese. Tuvo una gran acogida y a partir comenzaron a rodar en una simulada Atlantic City compuesta por efectos digitales y un plató vacío en Greenpoint (New York).
Fue nominada a 18 categorías de los premios Emmy (de las que ganó 12), y Steve Buscemi ha ganado el Globo de Oro y el premio SAG como Mejor Actor por esta serie.
Aparte de todas las historias entrelazadas entre sí, lo que más me gusta de esta serie es su banda sonora, aparte de la peluquería y la vestimenta de los personajes.
En resumen, es una serie que puede dar reflejo a lo que ocurre en la política actual: sobornos, elecciones manipuladas, gente que "desaparece" en el momento adecuado...pero ambientado en una época visualmente muy bonita, en la que parecía que nada malo podría ocurrirte.
Si no estás en el negocio del alcohol, claro.
"Primera regla de la política, muchacho: Nunca dejes que la verdad se entrometa en una buena historia."
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