Raíces

















No me siento especialmente orgullosa del lugar donde vivo, ya que el paisaje no es bonito, no tengo el mar cerca y tampoco hay muchas cosas para hacer. Pero desde hace un tiempo y aunque haya estado menos veces de las que me gustaría, me encanta ir al pueblo de mi abuelo. Él ya no vive allí, y lo único que me "ata" a este pueblo son unas tumbas en el cementerio.
Es Vara de Rey, en Cuenca, no es muy grande, pero tiene el encanto que los pueblos más grandes nunca tendrán.
Las calles cuesta arriba, las puertas abiertas de las casas (algo que hasta hace no muchos años aún se veía por aquí), el que todo el mundo se conozca y se salude... Quizá no sea gran cosa, pero me gusta decir que tengo un pueblo encantador al que visitar. 

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