"Paula", de Isabel Allende

"Trato de no pensar en el mañana; el futuro no existe, dicen los indios del altiplano, sólo contamos con el pasado para extraer experiencias y conocimientos, y el presente, que es apenas un chispazo, puesto que en el mismo instante se convierte en ayer"

Encontré a Paula un día de este verano en un mercadillo, en un puesto de cosas de segunda mano cuya recaudación iba destinada a una protectora de animales. Es una forma bonita de adquirir un libro, más aún si este te ha encantado después de leerlo.
Es más, aún tiene el precio pegado (930 pesetas) y ahí se va a quedar. Son muchos años leyendo a Isabel Allende pero Paula nunca me había llamado la atención hasta que no abrí la primera página.
Esta novela empieza como una carta dirigida a una mujer que duerme involuntariamente, para que no se sienta perdida en su despertar. Esta mujer es la propia hija de Isabel Allende, que debido a una enfermedad hereditaria, entra en coma.
Inmediatamente Isabel se va a Madrid a estar con ella, hasta que los médicos dicen que no se puede hacer nada por ella, salvo que descanse. Casi un año después, Isabel y Paula van a California.
¿Qué ocurre en esos meses? Pues que Isabel Allende cuenta la historia de su familia, de cómo un marinero vasco llegó a Chile, de sus vacaciones de Navidad con el Tata y toda su familia, de cómo puso principio y fin a su relación con Michael...
Es una novela muy íntima, a veces hasta demasiado, que te hace admirar a esa familia y a Isabel aún más. En "Paula" vas a leer sobre el amor a la familia, el deseo hacia los amantes, sus inestables primeros pasos en el mundo de la escritura y su aceptación hacia la enfermedad de su hija.
No todo es historia, tanto de Chile como de la familia Allende, también cuenta los días aburridos e iguales que se pasan en un hospital, del enorme esfuerzo porque Paula abriera los ojos y de cómo aún, en medio de la tragedia, Isabel quería seguir viviendo y luchando.
Este va a ser de los libros que leeré de nuevo en unos años, porque es como releer un viejo diario y, me sentí, no sé, como en paz con el mundo y con la muerte, como más fuerte.
Si quieres verla junto a Risto, pincha aquí y disfruta de una gran entrevista.
Y esta canción me la imagino de Isabel hacia Paula, para que la espere y se vuelvan a encontrar.




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