Primer amor, últimos ritos

 
No soy muy de escribir de mi vida personal, tampoco es que la añore demasiado o la tenga como una época a olvidar. Pero estos últimos días me ha dado por pensar en mi adolescencia, será porque ahora vivo cerca de los institutos y veo a la juventud de ahora comparándola con lo que fue mi adolescencia.
Mi primer amor se llamaba David y tenía 17 años. La gente lo conocía por su apellido y no lo entendía, con el nombre tan bonito que tenía...
Todo esto pasó en los años 2002, 2003. En mi segundo año de instituto, mi grupo de amigas no salíamos con chicos a solas, ni en pandilla, éramos muy crías para eso. Una amiga de otro instituto nos presentó a David y a otros tres amigos suyos, que de casualidad iban a mi instituto, sólo que a otro curso superior. ¿Por qué no? Ellos empezaron a unirse a nuestro grupo de sólo chicas (menos dos de ellas que se fueron porque no "veían bien" que las vieran por la calle con chicos, en fin...) Yo no era especialmente tímida con ellos, los trataba normal y así fueron pasando las semanas.
Recuerdo que en esa época como no existían las nuevas tecnologías ni las redes sociales, nos dedicábamos a escribirnos cartas las unas a las otras y a entregarlas a la salida de clase, ya que estábamos repartidas por los tres institutos. Aún guardo algunas de ellas y qué vergüenza...
Estos últimos días, pensando cuál fue el momento en el que me enamoré, o me empezó a gustar, no lo tenía muy claro hasta que me vino el recuerdo de pronto. Fue una mañana antes de entrar a clase, antes de Navidad, y estábamos dos o tres amigas y yo calentándonos las manos en el radiador de la entrada del instituto. Entonces llegó él, se quitó los guantes y puso sus manos en mi cara. No recuerdo si le quité los guantes o me los dejó todo aquel día, pero ahí empezó todo. Todo lo que todo el mundo sabe: empecé a distraerme en clase, a buscarlo más de la cuenta, a sonreírle más...Aquella Navidad jugamos un día a la botella, y también se sabe cómo son estas cosas... "giraron" la botella para que me tocara besarme con él. Fue nuestro primer y único beso.
Viéndolo desde la perspectiva del tiempo, creo que pequé por inocente y por exceso de confianza. Estaba tan ilusionada que poco a poco terminé por decirles a todas mis "amigas" que me gustaba, en lugar de confiar en una o en dos, quedar con él y decírselo a la cara.
Total, que se enteró. Nunca supe quién fue y temía el momento de verle la cara. Una amiga hizo la encerrona en su casa y él me dijo que sólo quería ser mi amigo y que no me preocupara, que se me pasaría. Esa noche ya lloré lo que no está escrito. Ya no podía confiar en nadie, no pude hablar con él decentemente y explicarle que era algo más que un capricho.
Curiosamente, a las dos o tres semanas de esto, empezó a salir con una chica que no sabíamos de dónde había salido. Empezó a alejarse del grupo y a hablarnos menos. Cada vez que lo veía en algún sitio con ella, la mayoría de las veces tenía que salir de ahí llorando (menos mal que siempre venía alguna a consolarme detrás de mí) y más de una vez me vio.
Sabía que esto no podía durar siempre y me repetía a mí misma que era joven y que no valía la pena sufrir. Pasaron unos meses y en Junio, en un cumpleaños me presentaron a un amigo de ellos, que no vivía en el pueblo. Empezó a tirarme los trastos muy descarado, la verdad es que me atraía, y yo a él, y me lancé. Esta vez no se lo dije a nadie, se enteraron cuando vieron que "desaparecía" con él. No sé si aquella tarde me creí protagonista de una telenovela o esperaba que David me parase y me dijera que me quería. El caso es que estuve casi hasta el final del verano con este chico.
Guardo bonitos recuerdos de aquellos meses, y raros. Porque una mañana me desperté con 15 llamadas perdidas de David esa madrugada. ¿Por qué? Nunca lo supe porque nunca le devolví la llamada. Había superado el acostarme todas las noches llorando y no quería hablar con él...
Lo superé al final, ahora me acuerdo y sonrío, pero fueron momentos muy duros. Le quise preguntar tantas cosas. De lo único que me arrepiento fue que, cuando ya lo creí superado, tiré a la basura el diario que escribí de todos aquellos días.
Pero la memoria no falla, él supo que me enamoré y me gusta pensar que él también lo hizo de mí.

"… ese misterioso, maravilloso y enloquecedor fenómeno llamado “primer amor”. Nada es más grande que tu primer amor. Todo el mundo sabe o recuerda cómo se viven esos extraños y nuevos sentimientos que nacen la primera vez que te enamoras, los cuales pueden producir confusión, un éxtasis de alegría y, en algunas ocasiones, un gran dolor."

Comentarios

  1. A mi me gusta esa frase que dice "el verdadero amor no es el primero sino el último" El primero se hace recuerdo... pasado... y normalmente es el que más lloramos... Yo no he tirado mis diarios y ahora me río al leer ciertas cosas... Pero ufff, sigo recordando aquel 20 de octubre en que Pedro me dejó y... de la rabia tiré el CD de Bon Jovi que me había regalado...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo es de lo único que me arrepiento, pensé que ya estaba superado y que no valía la pena guardar eso, y ahora me da mucha rabia no poder releerlos.
      El amor verdadero sí que es el último, pero al tener tan idealizado el primero, en mi caso, si se hubiera hecho real, seguro me habría decepcionado

      Eliminar

Publicar un comentario