"Dicen que el camino
al infierno está sembrado de buenas intenciones, y yo sé que es cierto.
Lo sé por mis más amargas experiencias. Lo que no sé es por qué, por
qué cuando se intenta hacer el bien a menudo se acaba sembrando el mal"
Este mes de Junio tocaba leer Dolores Claiborne, y, aunque al principio lo empecé sin grandes esperanzas, se ha convertido en una de mis lecturas favoritas de lo que llevamos de año.
Es un libro corto y sin capítulos, contado como una larga confesión a la policía de la protagonista, Dolores Claiborne.
Es una mujer que ha trabajado muy duro durante toda su vida, y a sus 65 años, se ve acusada de asesinato de la señora a la que cuidaba, Vera Donovan, una anciana que supuestamente estaba anclada en silla de ruedas pero que encuentran tirada en las escaleras.
Durante la lectura no sabemos si Dolores es culpable o no, lo que sí confiesa es el asesinato de su marido. Pero, ¿qué la empuja a alterar la paz de Little Tall quitándose de en medio a un hombre inocente a los ojos de los demás?
Por eso los tres hijos de Dolores están fuera de la isla ese día.
Este libro tuve que leerlo en digital pero si encuentro una copia de segunda mano apañada me haré con ella. Está relacionado con otro libro, "El juego de Gerald", que no leí el año pasado porque me parecía un poco pesado.
Tanto este como Dolores Claiborne tienen adaptación cinematográfica, por si os interesa.
Título original: Dolores Claiborne
Fecha de publicación: Noviembre de 1992
Páginas: 305
Género: Suspenso y terror
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