Hasta otra, Navidad

Hoy es el día del fin de la Navidad, aunque dé pereza desmontar el árbol y el belén, y quitar los adornos. No soy muy admiradora de la Navidad, pero este año me he propuesto sacarle el máximo partido y más o menos lo he conseguido. Hay cosas que siguen sin gustarme, quizá porque no estoy rodeada de niños, porque la ilusión por los Reyes Magos, en mi caso, no es la misma, no sé.
La cuestión es que decidí pensar cuál sería mi momento favorito de la Navidad y es éste: la media hora antes de las doce de la noche del 31 de Diciembre. Sí, cuando están todas las galas horteras de la tele con las presentadoras muertas de frío recordando cómo se deben tomar las uvas. Entonces empiezo a pensar en al año que está a punto de irse, en Abril, en el verano tan largo, en el principio del frío... En las cosas que he hecho bien, que no he hecho o que he hecho rematadamente mal.
Y en el minuto del cambio de año (algo nada extraordinario, todos los días a medianoche pasamos de un día a otro) parece que todo vuelve a empezar.
Así que ese es mi momento preferido de la Navidad. Puedes planear que la Nochevieja sea perfecta, que en Nochebuena todos estén contentos y se coman toda la comida o que los Reyes Magos se acuerden de tí mucho, mucho pero el momento del cambio de año (y su correspondiente ¿qué pasará?) nunca cambia.
Con la Navidad finalizada y el 2014 aún en las puertas, cambiad los calendarios, tirad los del año anterior y preparad imágenes, fotos o frases que tengais presentes todo el año.

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