A Bram Stoker


Mina, para caminar conmigo, debes morir en tu respirante vida, y renacer en la mia... Entonces, te doy la vida eterna, el amor imperecedero, el poder de la tormenta y de las bestias de la tierra. Camina conmigo y sé mi amada esposa para siempre.

Hoy se cumplen 100 años de la muerte de Bram Stoker, el creador y padre de Drácula. Desde su publicación de la novela en 1897, se han publicado infinidad de adaptaciones, novelas, obras de teatro, series de televisión, etc. basadas en su obra e idea del vampiro. En mi opinión, Bram Stoker es el padre de los vampiros y Anne Rice es su madre. Siempre desde el punto de vista de alguien a quien le encantan las novelas de vampiros, estos dos autores son los máximos exponentes de la idea y de la vida del vampiro. Lo demás son sólo copias.
Volviendo a Bram, era el tercero de siete hijos nacido en Dublín, y su infancia la pasó casi en su totalidad encamado porque padecía una extraña dolencia a la que no encontraban explicación. Su madre, para entretenerlo, le contaba historias gaélicas, algunas de ellas de terror. Consiguió restablecerse y entró en el Trinity College de Dublín en 1864. Después de licenciarse encontró un trabajo en el servicio irlandés en el que escribía críticas teatrales. Esto le llevó a conocer a Henry Irving (considerado el mejor actor de Shakespeare) a ocuparse de su agenda y de sus giras. Esta entrada en el mundo teatral también le llevó a entablar amistad con Mark Twain y Walt Whitman. Escribió Drácula en los ratos libres que le dejaba su trabajo, igual que publicó "La Dama del Sudario", el relato corto "El entierro de las ratas" (una pasada), o "El secreto del oro creciente".



Murió por culpa de la enfermedad de Bright y de dos ataques, en su casa de Londres y completamente en la ruina. Al enterrarlo pensaron que se le recordaría por ser uno de los íntimos amigos de Irving, pero el tiempo les ha quitado la razón.

Incluso mis propias experiencias terribles en el castillo de Drácula parecen ser como una pesadilla que se hubiese presentado hace mucho tiempo y que estuviera casi completamente olvidada, aquí, en medio del aire fresco del otoño y bajo la luz brillante del sol...

Bram Stoker.

"La novela más hermosa jamás escrita", según Oscar Wilde, tiene como protagonista al conde Drácula o el príncipe Vlad el empalador. Con el cristianismo por bandera, se dice que luchó contra los musulmanes violentamente y con firmeza, clavando sus cabezas en estacas, de ahí su nombre de empalador. Como dato curioso, el "símbolo" por así decirlo de Drácula no era la cruz (por ser cristiano) si no la estrella de ocho puntas. Los otros dos protagonistas de esta novela son Jonathan Harker, abogado que va al palacio del conde Drácula en Transilvania para venderle unas propiedades en Londres; y Mina, la eterna amada de Drácula, a la que encuentra después de siglos de búsqueda.
El libro es una serie de cartas intercambiadas entre los diferentes personajes de la novela en el que se relata el viaje de Jonathan, su regreso y la búsqueda frenética para acabar con el conde Drácula. 

 


Drácula está basado, aparte de en la literatura oscura de la época, en el relato Carmilla, publicado en 1872 en la que ya aparecían personajes misteriosos que posiblemente encarnaban el mal. 

En su época fue una revolución, ya que las ataduras morales de la época no son las actuales y una idea de un hombre misterioso colándose en una habitación, que dice que es inmortal y que utiliza el cuerpo y el placer para seducir (la sangre) hizo que la sociedad más conservadora se escandalizase.
Drácula tiene una continuación más o menos "oficial" escrita por el sobrino-biznieto de Bram, Drace Stoker, e Ian Holt. Retoma la historia 25 años después basándose en las notas que dejó escritas el propio Bram. Se dice, que justo antes de morir, miró fijamente a la nada y dijo "Ya están aquí..." 
Quien sabe, quizá vio venir a los mismos que describió en su libro, a caballo lanzándose a por él, como hicieron con el conde Drácula...
Queda claro que esta obra ha calado en la imaginación de mucha gente, en las copias o vampiros que vinieron después que él, pero siempre basándose en él. El vampiro que sufre, que no se averguenza de lo que es y lo explota hasta el límite, que no se esconde más que de la luz del Sol, que se puede transformar, que es más que un ser humano y por lo tanto siente mucho más que un ser humano porque ha vivido más; un ser inmortal que lo sabe todo, al que temes pero al mismo tiempo invitas a entrar.
Alguien a quien no puedes dejar de mirar y que podría controlar el mundo si quisiera. Un vampiro. Yo sí creo que existen. 
 





¿Cree en el destino? ¿Que incluso los poderes del tiempo pueden alterarse por un solo propósito? ¿Que el hombre más afortunado que pisa esta tierra es aquél que encuentra… el amor verdadero?

Conde Drácula

Comentarios

  1. Yo tb creo en ellos...

    Y los demás vampiros no llegan ni a copias...Anne Rice y Bram Stoker pusieron inalcanzables listones...su historias son únicas.

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  2. Medias copias entonces xD
    Al menos podemos leer las historias miles de veces, xq escribir más o menos igual es muuy difícil..

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  3. Ni medias jajaja, vampiros q brillan, q beben sangre en botellas, enga yaaaaa...eso ni son vampiros ni son nada...A Marius no le durarian ni un asalto...

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