La otra parte de la historia 1.6

Después del incidente con el retrato de la niña (al final, la señora lo aceptó, aunque tuvo que esperar otro día hasta tener la cara de su verdadera hija en su brazo) Matthew se esforzó más que nunca en su trabajo.
Buscaba información de otros artistas por Internet, hacía muchas fotos que luego intentaba plasmar en el papel, y hasta cuando le sobraba tiempo cogía un libro y se ponía a ilustrar sus escenas, aunque esto lo dejó finalmente por aburrido.
Las semanas iban pasando y el negocio iba bastante bien. Esa sensación de tranquilidad, de que no pasa ni pasará nada, gustaba a ambos y estaban muy relajados. Estaban como en una nube, no les faltaba nada y Matthew ya no tenía pesadillas por las noches ni había vuelto a nombrar ese nombre de chica. De hecho, ni siquiera se acordaba de por qué lo había hecho, tampoco conocía a nadie con ese nombre.

Un día de una de estas semanas relajadas Wally llegó con un encargo algo extraño y bien pagado.
- Tardaremos dos semanas en hacerlo, o tres- le dijo a Matthew mientras le enseñaba el e-mail en el que el hombre, un tal Sir algo, les pedía un tatuaje diseño propio de Wally, lo que él quisiera, y cinco cuadros de Matthew, también con el tema a libre elección.
- ¿Dos semanas? Una como mucho, sin clientes claro.
- No, mira- Wally reía, estaba feliz y un poco ansioso.
- ¿Escocia?- Matthew parpadeó un par de veces.
- ¡Sí, tío!- Wally saltó de la silla- Este tío nos paga el vuelo a Escocia, y tiene una mansión que flipas, y nos podemos quedar un ala para nosotros.- Casi gritaba-
- No voy a irme.- Matthew se puso nervioso, no volaba desde hacía bastante tiempo, pero no estaba alterado por eso. No quería volver a Reino Unido y Escocia estaba cerca.
- No me jodas. Vamos y punto. Si me pongo en plan cabrón, yo te he contratado y debes cumplir con tu trabajo. No vamos a ir a de donde eras tú, no me acuerdo dónde era... De verdad tío. Solo cumplir con el encargo y volver. - Wally sabía que no quería volver por esas tierras.
Sabía que Wally cumpliría con su palabra, no le haría volver a Exeter. Sólo debían ir a casa del adinerado señor, trabajar y volver. Volver con los bolsillos bastante llenos y puede que hasta un nombre famoso para los dos, se convertirían en dos artistas de renombre por todo Estados Unidos y vendrían a verlos gente de todas partes.
Este viaje sólo podría traer cosas buenas, pero aún así Matthew le hizo prometer a Wally que no saldrían de Escocia.
- ¿Quién es?
- No lo sé, sólo ha dejado la dirección de su mansión y que un coche nos recogerá. Parece misterioso, ¿no?- Dijo mientras encendía un cigarro- Puede que nos quiera devorar después, o que tenga una cueva llena de cadáveres, quien sabe.
- Suena raro, pero pinta bien.- Matthew estaba más tranquilo, nunca había estado en Escocia y así cambiaba de aires.
En dos días salía su avión del JFK de Nueva York, así que les dejamos hacer las maletas con los lienzos blancos dentro.

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