Hasta pronto, camaradas.

No he podido estar en Granada para despedirme de estos grandes señores, pero llevo tres días pensando en ellos. Dejáis un gran hueco en la música, en los escenarios, en las canciones con duende. Pero no saldréis nunca de mi reproductor, de mi cabeza, de mis oídos.
Grandes Hora Zulú.

Comentarios