"The Normal Heart", de Ryan Murphy



"Había una vez un niño que quería querer a otro niño. Un día, él encontró ese amor, y fue maravilloso"
Una noche de esta semana pusieron esta película en televisión. No en una de las cadenas principales, por descontado, si no en Discovery Max. Me senté a verla esperando aprender algo del inicio del SIDA, y terminé llorando y agotada, algo que me ha pasado con muy contadas películas.
Lejos de que las historias de entrega absoluta y complicidad que se cuentan en esta película te arañen más o menos el alma, no hay que negar que el asunto del SIDA es inquietante.
Una enfermedad (tratada al principio como "el cáncer gay", y hasta sometiendo a sus pacientes a quimioterapia) cuyo origen no encuentran, sin apoyo de la comunidad médica y mucho menos del gobierno y sin información, ¿cómo se va a evitar su expansión?
En una de las escenas de la película, la doctora Emma Brokner (Julia Roberts) propone no mantener sexo. Algo que les ha costado años conseguir, su libertad sexual, eliminarla. Ellos se niegan, ya que ni sabían que podían ser portadores del SIDA sin manifestar la enfermedad.


A grandes rasgos, se van sucediendo historias cortas de sexo, de diversión, de cariño y de lucha contra el brazo invisible que los estaba matando. Pero la relación más bonita es la de los protagonistas, Ned (Mark Ruffalo) y Felix (Matt Bomer, ganador de un Critic Choice Television Award por este papel) son un escritor y un periodista, respectivamente, que se encuentran y entre discusiones sobre qué hacer y qué no sobre dar más publicidad al tema del SIDA, se conocen.
Se encuentran y se aman con locura. Los dos pelean en sus ámbitos para que la opinión pública no los deje de lado, hasta que Felix enseña a Ned una mancha en el pie. Está infectado.
Cada escena de hospital, de hombres marchitos y moribundos, de personal sanitario que no accede a ellos por miedo al contagio, de un enfermo que llorando pide que le traigan a su perro, de pasividad por parte del gobierno, encoge el cuerpo.
Porque estamos hablando de principios de los 80, hace poco más de 30 años. La asociación gay que preside Ned termina cerrando porque no gusta ni a los medios de comunicación ni al gobierno.
The Normal Heart ha ganado un Critic Choice Television Award y un Emmy a la mejor película.
La pelea todavía no ha terminado pero al menos el SIDA es una enfermedad visible. Personajes famosos enfermos (Charlie Shenn recientemente), más películas como Dallas Buyers Club  y reconocimiento público (aunque en España sea en un canal "secundario") están haciendo que el SIDA no quede en un cajón.

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